lunes, 19 de octubre de 2009

SALVANOS CRUZ GLORIOSA !!!


Nadie es feliz, en la tierra, hasta que se decide a no serlo. Así discurre el camino: dolor, ¡En cristiano!, Cruz; Voluntad de Dios, Amor; felicidad aquí y, después, eternamente.

NUESTRO CAMINO...


Propósito sincero: hacer amable y fácil el camino a los demás, que bastantes amarguras trae consigo la vida.

SEMBRADORES DE PAZ Y ALEGRIA


"Que nadie lea tristeza ni dolor en tu cara, cuando difundes por el ambiente del mundo el aroma de tu sacrificio: los hijos de Dios han de ser siempre sembradores de paz y de alegría."

SANTA TERESA DE JESÚS 1515-1582


La religiosa que relató la muerte de Teresa cuenta que repetía con frecuencia: «Señor, soy una hija de la Iglesia» y que, en momento de recibir el Viático, dijo: «Ha llegado el tiempo de vernos, Amado mío, mi Señor». Seguidamente añade la relación: «Siempre en oración, llena de alegría y gozo, con el rostro radiante rindió su espíritu a nuestro Señor». La muerte de Teresa era un resumen de su vida. La sonrisa, la exuberancia castellana, la resistencia ante los sufrimientos físicos que la torturaron a lo largo de la vida, la serenidad en su difícil misión de fundadora de monasterios y reformadora del Carmelo, se reflejaron siempre en el rostro de esta mujer que ardía en el amor más elevado y cuya alma vivía «sola junto a Dios» en las moradas secretas del Castillo interior. Pero el humilde realismo del ama de casa nunca cedió un ápice al vuelo del éxtasis y, para Teresa, la contemplación conducía a la acción, una y otra se alimentaban de la sed del Dios vivo: «¡Qué importante es en la vida espiritual el hallarse animado por un gran deseo». Eso era lo que constituía el encanto sin par de Teresa de Jesús, madre de los que aspiran a la perfección y doctora de la Iglesia (1970). Recordemos que nació en Ávila en 1515 y que ingresó en el Carmelo de su misma ciudad en 1535, «convirtiéndose» allí mismo en 1555. En 1562 abrió el primer Carmelo reformado y comenzó su vida de «mujer andariega» multiplicando fundaciones.