martes, 22 de septiembre de 2009

Virgen María del Rosario de San Nicolás


25 de Septiembre

La Virgen María se aparece a una sencilla mujer de San Nicolás de los Arroyos, una ciudad del interior de la Argentina, en medio de una sucesión de hechos místicos que se produjeron a su alrededor: muchos Santos Rosarios empezaron a iluminarse en los hogares de los habitantes de San Nicolás, anticipando lo que en forma inminente iba a ocurrir allí.

Gladys Quiroga de Motta ve por primera vez a nuestra Madre Celestial el 25 de setiembre de 1983. Los mensajes se suceden a partir de entonces en cantidad, a través de apariciones diarias. La Iglesia toma intervención inicialmente con gran cautela, para luego apoyar el crecimiento de la obra de María, ante las evidencias manifestadas.

El rezo del Santo Rosario se multiplica a partir del pedido celestial de oración, mientras las multitudes empiezan a acudir en forma creciente al lugar.

La Virgen señala mediante un rayo de luz un lugar junto al Río Paraná (llamado "El Campito"), para que se construya un Santuario, que ella misma diseña a través de los mensajes entregados a la vidente. Se levanta entonces un colosal Templo (que aún no ha sido culminado) exactamente en el lugar
señalado por la Reina del Cielo, como centro de veneración a María, verdadera intercesora y camino perfecto para llegar a Su Hijo, Jesús.

El lugar es visitado en forma permanente en peregrinación, con mayor afluencia de fieles los días 25 de cada mes, y mediante una gran multitud que se concentra los días 25 de setiembre de cada año, en el aniversario de la aparición.

María señala a la vidente una imagen de madera de la Virgen del Rosario, que estaba guardada desde hacía años en el campanario de la Catedral de San Nicolás, y pide que se la restaure y venere allí, bajo la advocación de “Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás”.

Nuestra Madre Celestial pide que se acuñe una medalla, la cual es entregada gratuitamente a los cientos de miles de asistentes al lugar.

Los Mensajes contienen un permanente pedido de conversión, oración del Santo Rosario, regreso a los Sacramentos de la Confesión y la Eucaristía.

También María advierte sobre la importancia de convertirse mientras cada alma aún tiene tiempo, ya que sólo Dios conoce cuándo y cómo seremos llamados a rendir cuentas ante Su Presencia.

Gladys sufre los estigmas de la pasión, que son corroborados médicamente, siempre bajo la supervisión y tutela de los sacerdotes. Ella mantiene su obediencia a la Iglesia en todo momento, a pesar de las duras pruebas que tuvo que enfrentar, dentro del lógico proceso de estudio de los hechos allí manifestados.

Enorme cantidad de hechos místicos les son regalados a muchos de los peregrinos, principalmente mediante la masiva iluminación de Rosarios, el perfume a rosas, y el milagro del sol, tal cual ocurre en otros lugares donde el Cielo se manifiesta en toda su elocuencia.

María es puro amor, es Dios enviando lo más hermoso, noble y
puro que existe en el Cielo, producto de la Creación. Corramos
a sus brazos!.

¡Gracias, Madre, por tanto Amor!

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