martes, 23 de febrero de 2010

CUARESMA 2010: LA JUSTICIA DE DIOS


Este tiempo de Cuaresma nuestra mirada se dirige a la cruz gloriosa de Cristo.

«En la cruz está la salvación; en la cruz está la vida; en la cruz está la defensa del enemigo; en la cruz está el don sobrenatural de las dulzuras del cielo; en la cruz está la fuerza de la mente y la alegría del espíritu; en la cruz se suman las virtudes y se perfecciona la santidad» (XII, 1).

2. «Convertíos y creed el Evangelio» (Mc 1, 15). Hoy, cuando nos imponen la ceniza sobre nuestra cabeza volvemos a escuchar esta expresión del evangelista san Marcos. Con ella se nos recuerda que la salvación, que Jesús nos ofrece en el misterio de su Pascua, exige nuestra respuesta.

Así, la liturgia nos invita a manifestar de forma concreta y visible el don de la conversión del corazón, indicándonos qué camino tenemos que recorrer y cuáles instrumentos debemos usar. La escucha asidua de la palabra de Dios, la oración incesante, el ayuno interior y exterior, las obras de caridad, que hacen concreta la solidaridad con nuestros hermanos, son puntos irrenunciables para aquellos que, regenerados a la vida nueva mediante el bautismo, quieren vivir ya no según la carne, sino según el Espíritu (cf. Rm 8, 4).

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